Flexómetro

Considerada como una revolución en lo que se refiere a métodos de medición, se encuentra el tan conocido flexómetro. Popularmente se le conoce como cinta métrica o simplemente “metro”, siendo en términos sencillos una cinta flexible y enrollable que te permite medir la longitud de una determinada línea, objeto o superficie.

Muy conocido por todos sin duda hasta el punto de ser un instrumento infaltable en todos los hogares. Sin embargo, los flexómetros por sí mismos encierran muchos aspectos fascinantes que desvelan parte de la historia humana, haciendo que valga la pena conocer todo sobre el flexómetro, desde sus diferentes tipos hasta su creación e historia y mucho más.

Qué es un flexómetro realmente

Como bien se dijo introductoriamente, el flexómetro no es más que un instrumento de medición caracterizado por ser portátil, utilizado en la mayoría de los casos para cuantificar el tamaño de un objeto determinado o la distancia que tienen dos objetos entre sí. Dicho instrumento consta de una cinta flexible y maleable la cual tiene marcas en todo lo largo de su borde que van incrementando a razón de un cuarto o de un octavo, pudiendo estar marcadas tanto en centímetros como en milímetros y metros.

De forma común, los flexómetros suelen medir entre 12 y 15 pies (aproximadamente 4,5 metros), llegando a extremos de poder encontrar flexómetros de 100 pies (30 metros aproximadamente), fabricados generalmente con una tela reforzada para hacerlo mucho más resistente, siendo utilizados estos flexómetros para medir los bordes entre las propiedades.

La idea central del flexómetro moderno se originó en las sastrerías con aquellas cintas de tela que se utilizaban para medir y alterar la ropa, aunque de esto se hablará con más detalle un poco más adelante.

Características del flexómetro

La cinta métrica o flexómetro está hecha de un compuesto especial que varía mucho dependiendo del tipo de flexómetro que poseas, encontrando que los materiales más comunes para su fabricación son tanto la fibra de vidrio como el plástico y la tela.

Una de las características con las cuales se puede asociar más fácilmente un flexómetro es precisamente su capacidad para flexionarse, denotando que en muchos casos esta cinta puede enrollarse para ocupar mucho menos espacio. Dicho esto, se puede delimitar también que las partes del flexómetro son:

  • La cinta, misma que tiene impresa tanto las unidades de medida como la regla para medir. Es al inicio de la cinta en donde se informa su extensión total, del mismo modo que se observa el sistema métrico que usa la cinta en caso particular. El sistema más utilizado es el sistema métrico decimal, conteniendo líneas que marcan los milímetros, los centímetros y los metros.
  • La espiga o labio, siendo esto el extremo principal o la punta de todo el flexómetro que se suele colocar como base para poder medir con tranquilidad algún objeto. Esta punta suele ser elaborada con metal rígido y suele ser achatada perpendicular a la cinta para que se pueda fijar con mayor comodidad en los objetos a medir.

Como partes del flexómetro tradicional también se puede encontrar la carcasa y el freno o seguro, siendo lo primero mencionado toda la estructura (generalmente plástica) con la cual se protege la cinta métrica, mientras que el freno es aquel mecanismo que te permite conservar la medida de la cinta métrica fijada una vez hayas hecho la medición. Este seguro es necesario en vista de que la carcasa tiene un mecanismo retráctil que empuja y enrolla la cinta métrica una vez desplegada.

Otras de las características propias de un flexómetros son:

  1. El ancho del eje o de la cinta del flexómetro: Esta resulta ser una característica muy importante ya que la misma determinará la capacidad que tendrá la cinta de mantenerse sostenida sin doblarse. Esto lo podrás comprobar con lo que se conoce como punto de quiebre, siendo esto lo largo que se puede estirar la cinta sin doblarse.
  2. La facilidad de enganche del flexómetro: Generalmente la espiga o labio debe estar diseñada de tal forma que se pueda enganchar con facilidad en la superficie a medir.

Historia del flexómetro

El origen del flexómetro se remonta a la antigua Roma, en donde sus habitantes solían utilizar tiras de cuero como una herramienta muy burda para medir cosas. De allí en adelante, siguió reinventándose el concepto de la cinta, adaptándose a las medidas de medición (valga la redundancia) que se manejaban conforme avanzaba el tiempo, llegando así hasta el año 1842 en donde un herrero de nombre James Chesterman revolucionó el instrumento.

Este herrero de origen inglés utilizó por vez primera un proceso de tratamiento nuevo de calor, diseñando así un alambre especial para elaborar faldas de mirañique, creando así las “bandas medidoras de hierro” que luego fueron altamente populares entre los topógrafos de la época, los cuales utilizaban esta barra para medir de forma rápida y sencilla, dejando en el pasado la medición mediante cadenas (a estos flexómetros utilizados anteriormente también se les conocía como flexómetro cadena).

Ya para el año 1868, Alvin J Fellows recibió una patente para su cinta de medir, misma que resulta ser la más conocida hoy por hoy, incluyendo en esta patente un diseño de clip innovador que te ayudaba a mantener la cinta en una posición particular sin moverse hasta que retirabas el clip del flexómetro.

Avanzado el tiempo y siguiendo con los modelos de las medidas que tomaban los sastres y también de los metros de carpintería plegables que se hacían de madera y que eran utilizados por los carpinteros, se estandarizó el modelo final del flexómetro, siendo el que puedes ver hoy en día.

El flexómetro y la agrimensura

Se conoce como agrimensura a la rama de la topografía destinada a delimitar superficies, siendo esta una de las primeras áreas del saber que necesitó de instrumentos de medición longitudinal para hacer su trabajo.

En un principio, las cintas de agrimensor estaban hechas únicamente de acero, esto debido a la fuerza necesaria para dejar dicha cinta totalmente tensada sin ningún tipo de deformación. Esto dicho hacía que fuese muy difícil medir (en vista de lo pesado del instrumento), razón por la cual fue bien recibida esta nueva cinta de James Chesterman que aligeraba el instrumento muchísimo más. Esto llegó a tal punto, que en la actualidad es prácticamente difícil encontrar cintas de agrimensor hechas de acero, siendo el material más común la fibra de vidrio por sus excelentes prestaciones.

Generalmente, las cintas flexométricas de agrimensor se encuentran marcadas mediante remaches de cobre o bronce fijos a una distancia promedio de 2 decímetros, a diferencia de un flexómetro común en donde las marcas son impresas, pintadas o grabadas según sea el caso. El flexómetro agrimensor también cuenta con remaches de mayor tamaño para denotar los números impares, mientras que cuenta con pequeños óvalos que numeran así los números pares.

Tipos de Flexómetro

Viendo de cerca la historia del flexómetro se puede notar que ha tenido grandes y significativos cambios con el paso del tiempo, abriendo paso poco a poco a diversos tipos de flexómetros que vale la pena conocer y diferenciar.

  • Flexómetro de tela o lino: Como su nombre lo indica, estos flexómetros son elaborados con lino o tela, contando con una manija en metal directamente en su cero. Suelen incluir en su larga tela la longitud de la cinta y resulta ser extremadamente frágil en vista de los materiales utilizados para su elaboración. En base a esto último es que no se suele utilizar esta herramienta de medición para trabajos muy precisos.
  • Flexómetro metálico: En este caso se trata de un flexómetro reforzado con alambres de cobre capaces de prevenir que la fibra se estire o se enrede entre sí. Los modelos de flexómetros de este tipo suelen venir en una extensión no mayor a los 30 metros de longitud.
  • Flexómetro de acero: Aquí se tiene un flexómetro fabricado con un lazo de acero que varía mucho su grosor, pudiendo medir este entre 6 y 16 milímetros. De este tipo podrás encontrar versiones de hasta 50 metros de largo, siendo una herramienta usada con mucho cuidado en vista de que no puede soportar golpes muy severos.
  • Flexómetro Invar: Para este particular se tiene un flexómetro fabricado con diversas aleaciones de metales, llegando a medir entre 6 milímetros de ancho por 50 o 100 metros de largo. Este es el flexómetro más costoso que podrás encontrar y por tanto, no abundan muchos en el mercado.
  • Flexómetro digital: En lo que se refiere al flexómetro digital se puede decir que el mismo incorpora una pequeña pantalla digital con la cual puedes determinar de forma más exacta si la medida que estás tomando es correcta o no. Estos flexómetros puedes configurarlos para medir tanto en centímetros como en pulgadas.

El flexómetro láser

A medida que pasa el tiempo la tecnología va cambiando, mejorando cada vez más los dispositivos que nos rodean para hacernos la vida mucho más fácil y sencilla. Prueba de ello es el flexómetro en sí mismo y las diferentes herramientas de medición, las cuales han venido reinventándose con el paso del tiempo hasta llegar a lo que son hoy en día. Es así como nacen los que se conocen como flexómetros láser, denotados más comúnmente como distanciómetros.

Como su nombre lo deja ver, el distanciómetro o “medidor láser” no es más que un artefacto capaz de lanzar un pequeño pero penetrante rayo de luz que se devuelve a la máquina una vez llega a su objetivo para así determinar la distancia que hay desde el aparato hasta el objeto apuntado. Este invento surge precisamente por lo problemático que resultaban los flexómetros convencionales cuando se querían medir grandes distancias, viendo que dichos sistemas de medición se doblaban mucho o no eran muy exactos al momento de medir amplias longitudes.

Generalmente se suelen utilizar este tipo de flexómetro con láser para las siguientes aplicaciones:

  • Junto a objetivos militares para encontrar la distancia que existe entre el proyectil y su objetivo. Actualmente se está dejando de lado el uso de esta herramienta en el campo de la balística ya que el haz de luz que proyectas delata (de una forma u otra) tu posición como tirador.
  • En deportes como el golf, pudiendo utilizar el flexómetro láser para medir rápidamente la distancia al Green y así facilitar el cálculo que genera este sencillo pero entretenido juego.
  • En la topografía, teniendo medidores láser para medir distancias inclinadas entre un punto por conocer y un punto conocido, utilizando esta información con algunos cálculos para poder delimitar tanto las coordenadas del punto nuevo como de su cota.

Las mejores marcas de flexómetros

Una vez conocido ya tanto qué es un flexómetro como para qué sirve respectivamente el mismo, conviene repasar rápidamente las mejores marcas de flexómetros que podrás encontrar en el mercado, en dado caso de que planees adquirir uno para tu hogar.

  1. Stanley: Esta es una marca que fabrica herramientas manuales de todo tipo, gozando de una gran popularidad por sus flexómetros que sobresalen por su resistencia en la carcasa y comodidad al momento de tomarlos. Generalmente esta cinta métrica suele presentar acabados en negro y adornos en diferentes colores, siendo los modelos más valorados de la marca los que se conocen como “Tylon” y “Fartmax.
  2. Truper: El flexómetro Truper también es uno de los favoritos precisamente por sus diseños de carcasa tan clásicos como novedosos. Se trata de una marca que también fabrica herramientas variadas a muy bajo precio y con la más alta calidad, siendo sus colores característicos el naranja y el negro.
  3. Fisco: Aquí se tiene una marca de flexómetros revolucionaria que cambia constantemente sus estilos de flexómetros para brindarte la mayor comodidad. Sus colores predominantes son el rojo y el negro además de que tienen a tu disposición flexómetros de interiores y de exteriores respectivamente.
  4. Hultafors: Finalmente, se puede mencionar la marca conocida como Hultafors como una de las mejores en el ámbito de los flexómetros. Su principal ventaja con relación a otros flexómetros es su rapidez de medición y su rigidez, llegando a ser una cinta métrica lo suficientemente rígida como para medir cualquier tipo de superficie de forma exacta, eso sin dejar de ser una herramienta muy flexible y duradera. ¡Es un flexómetro perfecto para medir circunferencias o diámetros!

Consideraciones al comprar un flexómetro

El conocimiento de las marcas de flexómetros más compradas y recomendadas no es suficiente para hacer una buena y sabia compra de esta clase de herramienta. Lo cierto es que aparte de lo ya comentado es necesario tomar en cuenta ciertas consideraciones al comprar un flexómetro que te permitirán de forma rápida obtener el mejor para ti.

Toma nota sin prisa y ten en cuenta lo siguiente antes de comprar un flexómetro:

  • Tendrás que considerar qué utilidad le vas a dar al flexómetro una vez lo poseas. Como viste aquí, no es lo mismo un flexómetro dedicado a tomar pequeñas medidas a un flexómetro para medir grandes distancias. Además, tampoco es igual un instrumento de estos doméstico a uno para obra o un flexómetro de laboratorio.
  • Una vez definido el para qué necesito un flexómetro, lo siguiente a considerar no es otra cosa más que la medida estándar que deberá tener nuestro instrumento. Trata de conseguir un flexómetro que te permita medir la mayor cantidad de áreas posibles en tu vida cotidiana.
  • Finalmente, lo que tendrás que definir es la calidad del flexómetro a comprar, tomando en consideración la cantidad de uso que le vamos a dar a esta herramiente. Mientras más veces hagas uso del flexómetro, mayor presión y exigencia pondrás en este, siendo necesario que adquieras uno de buena calidad si la exigencia será mayor.

Curiosidades sobre los flexómetros

Uno de los inventos más curiosos del mundo es sin lugar a dudas el flexómetro, siendo su primer punto curioso que se puede mencionar el por qué siempre la espiga de la cinta está particularmente floja. Lo cierto del asunto es que la espiga floja es necesaria para que el flexómetro funcione con normalidad y de óptima manera, pudiendo utilizar la misma de dos formas diferentes:

  1. Con la espiga floja podrás apoyar la misma de forma uniforme en una superficie, pudiendo tomar así una medida que adiciona el grosor del gancho del acero.
  2. Cuando necesites sujetar la espiga a una superficie, encontrando que si esta se encuentra floja es mucho más fácil llevar a cabo este proceso y observando que la medida ya no toma el grosor de la espiga de acero.

Curioso que no sea un defecto de fábrica, ¿no te parece? Pero lo real de todo este asunto es que las curiosidades no terminan aquí, ya que la mayoría de las cintas métricas incluyen números romanos distribuidos en una cierta distancia. ¿Qué significa esto? Simple, los números romanos que ves al inicio de la cinta hacen alusión a la presión total del flexómetro, denotando así que mientras más pequeño sea el número romano a observar entonces mayor será la presión.

Otro dato curioso sobre el flexómetro es que el mismo suele incluir en su espiga un pequeño orificio, mismo que podrás usar para clavar o atornillar la punta de la herramienta a la superficie que vas a medir en dado caso de que no cuentes con alguna forma de sujetar esta pequeña parte metálica para medir.

Siguiendo con este punto, quizás te hayas preguntado por qué hay números en la carcasa del flexómetro que tienes en la casa. Pues bien, dicho número representa una medida en milímetros que resulta ser igual a la medida de la base de toda la cinta de medición. De esta forma, podrás tomar mediciones de objetos que tengan un ángulo o una curva, pudiendo medir de forma mucho más exacta.

Del mismo modo que la curiosidad sobre los flexómetros anteriormente mencionada, se puede encontrar que los primeros números que aparecen en la cinta métrica (generalmente puestos entre el 1 y el 2 y denotados con color rojo) son las medidas propias de la misma longitud de la cinta, siendo esto algo que los fabricantes deben añadir por ley.

De igual forma, también podrás encontrar un diamante negro marcado en alguna parte de la cinta, denotando con esto una distancia de 19,2 pulgadas, perfecto para medir componentes de ocho pies de longitud. En este caso, hay que recordar que 8 pies equivalen a 96 pulgadas, siendo necesario tomar en cuenta para la medición hasta 5 diamantes de los anteriores mencionados.

A esto dicho hasta ahora se le pueden adicionar varias curiosidades sobre los flexómetros como las que se mencionan a continuación:

  • Los flexómetros utilizados para la costura son conocidos en ciertos países como “centímetro”, encontrando que también se conoce como “metro de albañil” a aquellos flexómetros de chapa metálica cuya cubierta exterior resulta ser de acero inoxidable.
  • En la agrimensura, cuando la longitud del Flexómetro no es suficiente para medir, generalmente se usa un juego de agujas de agrimensor para marcar y unir un recorrido más extenso de la medida.
  • Los números más grandes de un flexómetro y que se ubican en la parte superior de la cinta suelen representar las pulgadas, mientras que los números en la parte inferior suelen representar los centímetros. Entre cada uno de estos dígitos se encuentran rayas verticales que denotan tanto milímetros como pulgadas divididas entre 10. Esta curiosidad, por supuesto, está sujeta al diseño de Flexómetro que maneje la marca a escoger.
  • Los flexómetros de láser se pueden dividir en dos tipos diferentes:
    • Por un lado tenemos los flexómetros de láser convencionales que disparan un haz de luz para calcular la distancia.
    • Por otro lado tenemos más bien flexómetros sónicos que utilizan ultrasonido para funcionar y por tanto, no emiten ningún tipo de luz.
  • Los flexómetros digitales cada vez más se están haciendo comunes, encontrando que los mismos combinan excelentemente tanto la tecnología virtual como la tecnología mecánica propia de este tipo de herramienta.

No queda más que se pueda mencionar salvo que escojas sabiamente el tipo de flexómetro que necesitas, considerando que se trata de un artefacto tan antiguo como revolucionario. ¿Realmente sabias todo esto sobre una herramienta tan común pero desconocida como esta?

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